McDonnell Douglas A-12 Avenger II

[4]​ Lo que quería la Armada era una aeronave embarcada similar al F-117, pero con mayores capacidades de carga y ataque.Debía ser mejor que el F-117, no solo para justificar el programa, sino también por las luchas políticas con la USAF.Además, debía sustituir al A-6 Intruder, lo cual ponía muy alto el listón dados el historial, la efectividad y la popularidad del avión.[6]​ El avión ATA fue designado A-12 y el primer vuelo fue planificado inicialmente para diciembre de 1990.[7]​ En 1988, el equipo de McDonnell Douglas y General Dynamics fue seleccionado para realizar el programa ATA.Si no cumplían con el valor máximo, entonces todos los costes adicionales correrían a cargo de las empresas.Los planes eran que el equipo técnico empleara las tecnologías furtivas y el A-12 resultante superara al F-117A utilizado por la Fuerza Aérea estadounidense.Además, debía llevar su armamento en una bodega interna para mejorar la aerodinámica y aumentar la furtividad al radar.El avión tenía un diseño de ala volante,[8]​ que terminó ganándole el apodo Flying Dorito.General Dynamics había participado en el concurso ATF de la USAF con un diseño denominado Sneaky Pete.Asimismo se previó un sistema de búsqueda y seguimiento por infrarrojos (IRST), que le permitiría volar de noche o en condiciones adversas, así como buscar objetivos sin tener que emplear el radar.Aún estaba fresco el recuerdo de Vietnam, por lo que se instaló blindaje en la cabina, los motores y otras partes importantes.Por lo tanto, debía ser capaz de soportar los rigores del aterrizaje en los portaaviones y también evadir el radar enemigo.Estos riesgos técnicos ya se conocían durante la fase de exploración del concepto.A esto se unieron los problemas encontrados con el uso extenso de materiales compuestos en la estructura del avión.[10]​ El coste calculado se elevaba ya a más de 165 millones por avión.Cuatro altos mandos se vieron obligados a adelantar su retiro por el fracaso y mal manejo del programa.Desde 1987 se trabajaba en una versión más moderna del F-18 Hornet para llenar la brecha tecnológica con el entonces en desarrollo A-12 Avenger II.Este estudio fue muy bien considerado por la administración, e incluso el Secretario de Defensa Dick Cheney declaró abiertamente su apoyo, ya que era la opción más económica.El amagar con la compra del Dassault Rafale sirvió para apretar las tuercas a los fabricantes.La propuesta original F-117N era simplemente añadir un sistema de aterrizaje automático en portaaviones y recubrimientos resistentes a la corrosión en el F-117.En muchos sentidos esta versión ofrecía lo que se pedía al A-12 en cuanto a prestaciones y capacidades.Hay que señalar que, de estar actualmente en servicio, el A-12 superaría en cuanto a alcance y carga ofensiva al F-35, aunque mirando en retrospectiva las guerras de Estados Unidos, sus prestaciones furtivas no hubieran sido necesarias.Lo más parecido al A-12 que ha operado en los portaviones de la Armada fue el dron Northrop Grumman X-47B.Era sólo un demostrador de tecnología desarrollado por el programa UCLASS, pero cuyo éxito llevó años después a la adopción del MQ-25 Stingray.
El A-12 Avenger II visto desde distintas perspectivas.
Impresión artística del A-12 Avenger II en vuelo.
Vista superior del A-12 vs. F-14 (alas desplegadas) y A-6 (alas plegadas).
Maqueta del A-12 Avenger II exhibida en el Frontiers of Flight Museum.