Tras observaciones posteriores de seguimiento se descartó la posibilidad de una colisión durante este encuentro cercano, o durante las próximas décadas, ya fuera con Marte o con la Tierra.Otras observaciones llevadas a cabo por el programa Spacewatch en el Observatorio de Kitt Peak y el de Magdalena en Nuevo México han dado suficientes datos como para determinar que el asteroide no era un peligro para la Tierra.En julio de 2003 el asteroide pasó a 0.07 UA de Marte, y si en esta ocasión no impacta, como es lo más probable, continuará su órbita entre la Tierra y Marte, aunque es posible que este acercamiento introduzca cambios en la misma.Aunque se tenía conocimiento de que los impactos han sido parte de la historia evolutiva del Sistema Solar, nunca antes había sido posible observar alguno.Por lo tanto, esta parecía ser la segunda oportunidad en la historia de observar directamente un objeto celeste impactando contra un planeta.