Esta sustancia puede ser absorbida por los tejidos biológicos por exposición a agua en la que se encuentre disuelto o a través de la ingestión de pescado contaminado.
También se está expuesto, por inhalación, en las industrias en las que se usa como producto como tratamiento de madera, textiles, papel y fabricación de pesticidas.
El 2,4-DCP es rápidamente absorbido a través de la piel y el contacto con grandes cantidades puede resultar fatal.
[2] A elevadas dosis aumenta el tamaño del hígado y el bazo, produce vértigo, dolor de cabeza, cambios bruscos en la temperatura corporal y convulsiones.
La producción anual es de aproximadamente 40 mil toneladas.