Se trata de un material semiconductor tipo n perteneciente al grupo de los TCO (óxidos conductores transparentes, por sus siglas en inglés).
[1] El uso principal del ITO en la industria es el de crear electrodos en forma de películas finas y transparentes en las pantallas de cristal líquido, que pueden ser de tipo LCD, OLED, electroluminescentes o electrocromáticas, así como numerosas pantallas táctiles.
Además de sus propiedades altamente conductoras y su transparencia en el espectro de la luz visible, el ITO posee un elevado índice de adherencia al sustrato, una alta estabilidad térmica y puede ser depositado formando motivos.
[2] Otras aplicaciones frecuentes del óxido de indio y estaño son la fabricación de leds orgánicos y de células fotovoltaicas, así como el tratamiento de superficies (para luchar contra las interferencias electromagnéticas o contra la electricidad estática).
[3] Entre ellos se cuentan los nanotubos de carbono, el grafeno y materiales orgánicos como el PEDOT:PSS.