La caja, fue decorada y esculpida por el artista Anton Schranz, un maestro artesano alemán residente en la isla.
Sus trabajos más importantes fueron en Lérida, Borjas Blancas (1801), Tortosa, Tarragona, Bellpuig (1790), Bráfim (1791) y Ciudadela (1798).
Los jurados habían aprobado un crédito de 2000 libras para la reconstrucción del órgano viejo y creían que si el estamento eclesiástico aportaba más, la considerable cantidad resultante podría ser destinada a la construcción de un nuevo órgano, encomendando este trabajo al maestro Josep Casas y Soler.
La destrucción sufrida por las iglesias menorquinas en 1936, recién iniciada la guerra civil, dejó el instrumento totalmente destruido.
La reconstrucción del órgano la llevó a cabo el maestro organero Gabriel Blancafort y París en 1993.