Su colocación en un lugar escogido otorgaba su sacralización y lo convertía en el centro del mundo.
Muchas de las piezas encontradas fueron llevadas al museo que se creó para estos descubrimientos y entre ellas una copia romana del ónfalo que se guardaba en aquel lugar.
La leyenda cuenta que Zeus hizo volar dos águilas o dos cuervos desde dos puntos opuestos del Universo.
Las aves llegaron a encontrarse en Delfos, en el lugar donde hay una piedra cónica llamada ónfalo.
Al colocarlas en un determinado espacio, se le sacralizaba y convertía en centro religioso.