[1] El papa Calixto III consiguió recuperar parte de los bienes que el monarca Enrique IV había puesto bajo secuestro y, finalmente, en 1456 le fue devuelto a Íñigo la totalidad del patrimonio familiar de los Guevara.
Durante la guerra civil que en 1465 se desató entre Enrique IV y su hermano, el príncipe-rey Alfonso, Íñigo decidió apoyar al primero.
[4] En estas circunstancias, además, ostentó la dignidad de capitán general en Guipúzcoa, Vizcaya, Álava y las merindades de La Rioja y Encartaciones.
[5] En 1476, tras el estallido de una segunda guerra sucesoria, dio su favor a Isabel la Católica y le permitió acogerse en la casa-torre de Guevara.
[7] Según algunos historiadores, Enrique IV ya le había concedido el título condal en 1469, aunque no aportan prueba alguna de ello.