Alumno de Étienne Jeaurat, Gois estudió también en el taller de Michel-Ange Slodtz.
En 1757, recibe el primer gran Premio de Roma por un bajorrelieve que lleva por título Tullie faisant enlever les morts.
Al final de su estancia en el palacio Mancini, talla un busto de La Douleur, obra que presentó tres años después en un salón parisino y obtiene un gran éxito por ello.
En 1788 dona a la Academia un modelo realizado por él mismo de un caballo desollado.
Su hijo, Edme-François-Étienne Gois fue su discípulo.