Reconstruyó una iglesia situada en mismo lugar donde después sería erigida la basílica de Santa Sofía.
Se trasladó a Constantinopla y adoptó la fe ortodoxa, abjurando sus doctrinas herejes.
Obtuvo una orden imperial de Teodosio II colocando bajo su mando toda la región del Ilírico y la "Provincia Orientalis".
Esta decisión ofendió al Papa Bonifacio I y el emperador romano Honorio, quienes la rechazaron.
Un tratado "Sobre la Virgindad", en el que combatía con antelación los errores de Nestorio, dirigido a las hijas del emperador Teodosio I, Pulqueria y sus hermanas, fue mencionado por el historiador Marcelino Comes y por Genadio de Marsella.
Con sus adversarios teológicos primero mostraba gran severidad, pero cuando se sometían cambiaba su comportamiento y ganaba su afecto por su gentileza.