Árabes de Israel

[1]​[2]​ Estos profesan mayoritariamente la religión musulmana, seguida de la cristiana y la drusa.En 1952, una ley les concedió la ciudadanía israelí y tienen, sobre el papel, los mismos derechos y obligaciones que cualquier otro ciudadano de Israel, aunque en la práctica afrontan una importante discriminación institucional.[5]​ En los medios de comunicación árabes se utiliza también la denominación «ciudadanos palestinos de Israel» (عرب إسرائيل), y se utilizan asimismo «árabes del interior» (عرب الداخل) o «palestinos del 48», en alusión al año de la Nakba o gran éxodo palestino.[18]​ Estos términos no incluyen a la población árabe de Jerusalén oriental o los drusos en los Altos del Golán, dado que consideran que estos territorios están ocupados por Israel desde 1967.[22]​[23]​ Tras la guerra, Jordania ocupó Cisjordania, anexionándola posteriormente en un movimiento que no obtuvo apenas reconocimiento internacional, mientras que Egipto ocupó la Franja de Gaza, en la que pasó a gobernar el Gobierno de Toda Palestina, para poco después disolverlo y mantener una ocupación militar reconocida por los miembros de la Liga Árabe.En otros casos, las poblaciones árabes no fueron confiscadas y reocupadas por inmigrantes judíos sino que se destruyeron íntegramente.A la mayoría de estos «refugiados internos», que pasaron a ser conocidos con el término legal de «presentes ausentes», se les confiscaron todas las posesiones y no se les permitió volver a sus lugares de origen una vez acabada la guerra, tal y como había sucedido con los refugiados que se habían establecido en otros países.También incluía el uso del toque de queda, detenciones administrativas, expulsiones, y otras actividades.Esta población quedó exenta del servicio militar obligatorio: aunque podían presentarse como voluntarios, no se les animaba a hacerlo, pues su lealtad estaba en entredicho.Estos cambios afectaron por otra parte a la estructura familiar tradicional de la sociedad árabe-israelí.Cuarenta y nueve aldeanos fueron ametrallados al violar, sin saberlo, un toque de queda que Israel había impuesto a las poblaciones árabes y que no había dado tiempo a transmitir a los campesinos que se encontraban realizando labores agrícolas fuera del pueblo.Ello supuso un recambio en la escala ocupacional, empezaron a desempeñar tareas abandonadas por judíos enriquecidos (pequeñas empresas, capataces, subcontratistas...) al tiempo que dejaban sus trabajos físicos no cualificados en manos de obreros que llegaban diariamente de los territorios ocupados.Las actividades más habituales son el procesado de alimentos, el sector textil, el pequeño comercio, el transporte y la artesanía.Los árabes suelen criticar esta división, considerando que pretende negar su identidad unitaria.Un 24% vive en ciudades de mayoría judía como Jaffa, Haifa, Ramla o Lod.[29]​ El crecimiento de la ya numerosa minoría árabe genera cierta inquietud en Israel, pues pone en entredicho el carácter judío del Estado.Esta inquietud se traduce en diferentes posiciones políticas, que básicamente siguen una de estas cuatro líneas: