Fue delegada a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos durante doce años.
Si bien la mayoría de sus escritos fueron sobre asuntos legales, trabajó durante dos décadas en una enciclopedia sobre mujeres costarricenses.
En 1906, Acuña estudió en Francia e Inglaterra, donde estuvo expuesta al movimiento sufragista de Europa.
[4] Continuó escribiendo y dirigió una manifestación contra la administración del dictador Federico Tinoco Granados por violaciones a los derechos laborales.
Algunas de las profesoras que se unieron a la huelga más tarde también se comprometieron con el movimiento sufragista, entre ellas: Matilde Carranza, Ana Rosa Chacón, Lilia González, Carmen Lyra, Victoria Madrigal, Vitalia Madrigal, Esther de Mezerville, María Ortiz, Teodora Ortiz, Éster Silva y Andrea Venegas.
En 1926 pidiendo la Ley Orgánica de Notariado para ser reformado para dejar mujeres para introducir la profesión.
En el segundo caso, la investigación tuvo que haber sido publicada por alguna editorial nacional, preferiblemente de carácter académico.