Publicó sus primeros libros en la editorial Trieste, dirigida por Valentín Zapatero y por Andrés Trapiello.
En 1988 conoció y trabó amistad con el poeta Claudio Rodríguez, al que admiró siempre por su integridad personal y por su genialidad poética.
En 1990 Rodríguez le invitó a leer poemas en el acto poético llamado Lectura en el Palacio Real, junto con Ángel González, Antonio Gamoneda, Juan Carlos Suñén y Luis García Montero.
Ese mismo año empezó a colaborar en el diario El País, tarea que no ha abandonado desde entonces.
Su libro Conversación en junio (1992) fue finalista en el Premio Nacional de Poesía, ganado por el poeta José Ángel Valente.