Pertenece a la generación de Jesús Blasco, Emilio Freixas, Gabi, K-Hito o Arturo Moreno.
[2] Dibujante precoz, durante la guerra civil publicó caricaturas en el periódico La voz del combatiente.
En el suplemento infantil de esas revistas, llamado Chiquitito, aparecieron las aventuras Don Justo.
":[3] Combina la narrativa policíaca y la ensoñación onírica El ladrón de pesadillas (1948), que desgraciadamente dejaría inacabada.
Como él mismo explica,[6] los periódicos del país ya disponían de todas las historietas que pudieran querer gracias a los Syndicates estadounidenses, así que se dedica al periodismo, sobre todo deportivo, en diarios como El Nacional, y la fotografía.
En 1992 realizó una historieta para la editorial Toutain titulada El terror gris que, a causa del cierre de la empresa, permanece inédita.