Un tiempo más tarde tuvo un paso por Platense (temporada 1994-1995), para luego regresar al equipo rojo de Avellaneda.
Su llegada creó gran expectativa entre los Tifosi y se lo agració con la camiseta número 10, pero solo pudo actuar en los primeros partidos de su nuevo equipo.
En definitiva, Matute jugó sólo 9 partidos y convirtió un gol ante la Juventus, cosa que a la postre poco significaría para lograr la continuidad en el club.
Más tarde jugó en España, para después volver a Avellaneda, pero en la vereda de enfrente, en Racing Club.
Tras un año en Argentina, llegó a la Primera División de México, para firmar con Cruz Azul, equipo en el que jugaría durante tres Temporadas.