Ángel María de Barcia y Pavón

Formado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en 1858 presentó ya un Paisaje con majos y majas en la exposición de Cádiz.

[2]​ De 1875 a 1877 viajó por Italia y visitó la Academia Española de Roma donde coincidió con Alejandro Ferrant y Fischermans, que lo retrató en un apunte rápido pintando de rodillas sobre cojines, según acostumbraba a trabajar.

En su producción hay copias de los grandes maestros (San Sebastián de Guido Reni, Virgen con el Niño de Fra Angélico o Adoración de los Reyes según Gianbattista Tiepolo), paisajes y vistas arquitectónicas (Molinillo de Sansueña, Atrio de San Marcos de Venecia) y retratos historicistas, como el retrato del obispo Osio de Córdoba pintado para la galería de obispos cordobeses del palacio episcopal.

En el terreno de la historia del arte defendió la autenticidad del retrato de Miguel de Cervantes atribuido a Juan de Jáuregui.

Publicó también «apuntes íntimos» y memorias, recopilaciones que denominaba mamotretos, y diarios de viaje, entre ellos el Viaje a Tierra Santa en la primavera de 1888, impreso en Madrid un año más tarde.

Alejandro Ferrant y Fischermans : Ángel María de Barcia, pintando en su estudio de Roma , 1877. Óleo sobre tabla, 20,5 x 13,5 cm, Museo de Bellas Artes de Córdoba .