Virginia y Susana son dos gemelas idénticas que fueron separadas al nacer.
Virginia queda al cuidado de sus padres naturales, personas humildes que prácticamente no han salido de su aldea.
Susana es recogida por un abogado que se la entrega a su esposa, desconocedora de que su auténtica hija murió en el parto.
Pasados los años, ambas se reencuentran dando lugar a numerosos equívocos y situaciones cómicas, acentuadas por la muy diferente personalidad de las hermanas: Susana es alegre, liberal y desinhibida.
Virginia es mojigata, remilgada y nunca ha conocido varón.