Témenos
En la Antigua Grecia, un témenos (en griego τέμενος, ‘recinto’)[1] era un terreno delimitado y consagrado a un dios, excluido de usos seculares.Casi siempre había que someterse a una purificación antes de poder penetrar en él.Por ejemplo, las legiones romanas no podían entrar en Roma sin antes haberse purificado de la sangre derramada.Esta palabra deriva del verbo griego τέμνω (temnō), "cortar";[1] en plural: τεμένη, temene.El primer testimonio registrado es en griego micénico te-me-no, escrito en Lineal B.