El shivaísmo o shaivismo (en sánscrito: शैवसम्प्रदायः, romanizado: Śaivasampradāyaḥ) es una de las principales tradiciones hindúes, que rinde culto a Shiva[1][2][3]como Ser Supremo.Shiva, el dios creador y destructor de los mundos, es mencionado en los Vedas bajo otros nombres como Rudra o Maheshwaram.El shivaísmo es una forma de práctica y doctrina espiritual no dual que se originó en la India.Como en todas las denominaciones hinduistas, el shivaísmo reconoce la existencia de muchas otras deidades, pero las consideran meras expresiones del ente supremo, Shivá.Este tipo de creencia se llama el teísmo monista: el universo es una mónada o conciencia única que se expresa de manera dualista, pero fundamentalmente, es solo uno: Shivá.Como es una religión con una perspectiva muy amplia, el shivaísmo abarca sistemas filosóficos, rituales, leyendas, misticismo y varias prácticas de yoga.Las características principales del shivaísmo hoy en día son: La ciudad de Benarés es considerada muy sagrada por hinduistas y shivaístas.Estos textos canónicos existen en sánscrito[20] y en lenguas del sur de la India como el Tamil.[21].La siguiente lista las presenta, con uno de los cuatro Vedas que les corresponde: Los Shaiva Puranas, Agamas y otra literatura regional se refieren a los templos con diversos términos como Mandir, Shivayatana, Shivalaya, Shambhunatha, Jyotirlingam, Shristhala, Chattraka, Bhavaggana, Bhuvaneshvara, Goputika, Harayatana, Kailasha, Mahadevagriha, Saudhala y otros.
Shiva
(arriba) es la deidad principal del shaivismo. Ritual en Muni ki Reti,
Rishikesh
.
El Templo de la Orilla (Shore Temple) de Mahabalipuram, de los siglos VII-VIII, es
Patrimonio de la Humanidad
de la
UNESCO
. Cuenta con miles de esculturas relacionadas con el shaivismo.
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Shiva (centro) es el ser supremo del shaivismo, acompañado de su hijo
Ganesha
(izquierda) y su consorte
Parvati
(derecha). Pintura de Raja Ravi Varma.