No se deben confundir las marginalia con signos, marcas (por ejemplo estrellas, cruces, entre otros) o garabatos hechos por el lector en los libros.La manera formal de agregar notas descriptivas a un documento es llamada anotación.La expresión fue acuñada por Samuel Taylor Coleridge, quien realizó extensas notas al margen en todos los libros que leyó.El último teorema de Fermat es, probablemente, la nota al margen más famosa.Como la copia era un proceso lento, solitario y físicamente exigente para los monjes que pasaban todo el día en el scriptorium, estos artistas encargados desarrollaron el sentido del humor en el proceso, rompiendo con esa monotonía y creando imágenes tan insólitas como las anteriormente descritas u observaciones que nos resultan cómicas ahora, leyéndolas de obras tan antiguas y trabajadas.Incluso, maldiciones como: "Whoever takes this book or steals it or in some evil way removes it from the Church of St Caecilia, may he be damned and cursed forever, unless he returns it or atones for his act.” ("Quienquiera que coja este libro o lo robe o de alguna forma malvada lo saque de la Iglesia de Santa Cecilia, será maldito y condenado para siempre, a menos que lo devuelva o expíe su pecado") Y también otra ocurrencias como observaciones o comentarios sobre el material con el que trabajaban, como: “This parchment is hairy.” (Este pergamino es peludo) “This is how I would have translated it.” (Así es como yo lo habría traducido)Posteriormente, añadió en impecable latín: "Pro tali precio nunquam plus scriber volo."Algunas marginalia famosas fueron trabajos serios, o borradores, escritos en las márgenes debido a la escasez de papel.