Es bastante común en la península ibérica, con frecuencia conviviendo con los seres humanos en edificios de pueblos y ciudades.
Cuando pierde su cola puede regenerarla, aunque la nueva es más lisa y carece de bultos.
Los dedos, cinco en cada extremidad, tienen protuberancias laminares laterales e inferiores que le proporcionan cierta adherencia para trepar y desplazarse por superficies verticales (incluso en cristales).
Sienten preferencia por los lugares soleados próximos a sus escondrijos.Se alimentan principalmente de insectos en los meses calurosos del año y a menudo se encuentran cazando los insectos nocturnos que son atraídos por luces, lámparas, etc., como mosquitos, polillas, hormigas e, incluso, arañas.
Incuban dos huevos casi esféricos dos veces al año, entre abril y junio en el hemisferio norte.
El hecho de ser llamadas en algunos pueblos del centro de España "escorpión" podría provenir del movimiento que hacen en determinadas situaciones curvando y moviendo la cola, como un escorpión, pero también por la falsa peligrosidad que las personas les atribuyen.
En otros lugares e idiomas de la península ibérica como en Portugal recibe el nombre de osga, en Galicia ladra[3][4][5][6] y en Cataluña, la Comunidad Valenciana y las Baleares dragó, aunque también dragonet, andragó, talla-robes o dragolí.