Con el tiempo, su denominación más común fue Decumviri Perduillionis et parricidii.
Su número seguiría incrementándose hasta llegar a 40 en época de César.
[3] Más tarde, su nombramiento pasó a los comicios tribunados.
Finalmente se establecieron, junto a los cuestores existentes, los cuestores itálicos, con competencias para coordinar los censos de la parte de Italia sometida a Roma.
Bajo el emperador bizantino Justiniano I, se creó un cargo adicional de cuestor para controlar los asuntos policiales y judiciales en Constantinopla.