En 1837 Perring y el arqueólogo británico Richard William Howard Vyse empezaron a excavar en Guiza; uniéndose a ellos el italiano Giovanni Battista Caviglia.
Utilizaron pólvora para entrar en varios monumentos y buscar cámaras ocultas, así alcanzaron la cámara funeraria de la Pirámide de Micerino, documentando todos sus pasos y hallazgos.
Cuando Caviglia dejó el equipo para trabajar independientemente, Perring se convirtió en el ayudante de Vyse y cuando este regresó a Inglaterra en 1837 Perring continuó la excavación con el apoyo financiero de Vyse.
Perring pensó que la pirámide perteneció a Djedkara.
Perring abrió la entrada norte de la Pirámide Acodada y escribió algún grafiti dentro de la cercana Pirámide Roja en Dahshur, los cuales todavía se pueden ver hoy.