Nacido en Austria, estudió en el seminario rabínico de Berlín, donde se doctoró en Filosofía y en Lenguas semíticas.
Se mantuvo en buenas relaciones con la familia real griega, y luego con el dictador Ioannis Metaxas.
[1] Nueve meses más tarde regresó a Salónica, donde recuperó su puesto de gran rabino.
[2] Fue liberado poco después, a petición del industrial Müller, para que tomase parte en las negociaciones sobre el reemplazamiento de los trabajadores forzados judíos empleados en su empresa por obreros griegos asalariados.
[2] Se ha criticado a Koretz que ejecutase ciegamente y con celeridad estas órdenes, sin intentar evitar la deportación de su comunidad, como sí hizo el rabino Barzilaï en Atenas.