El Banco Central del Ecuador ( BCE ) es el banco central del país, institución de la Función Ejecutiva, que cuenta con autonomía institucional, administrativa, financiera y técnica . Es el encargado de ejecutar la política monetaria establecida por la Junta de Política y Regulación Monetaria del Ecuador, máximo órgano de gobierno de la institución desde octubre de 2021.
Entre 1927 y 2000, el Banco Central estuvo a cargo de la emisión de monedas y billetes de sucre , pero esta función cesó tras la adopción del dólar estadounidense como moneda legal del país el 9 de enero de 2000.
Desde el año 2000, los objetivos del Banco Central son fortalecer la dolarización y garantizar la autonomía técnica. El BCE es el administrador de las reservas internacionales del país , que contribuyen a la estabilidad económica. Promueve el uso de medios de pago monetarios y fomenta la educación monetaria. Adicionalmente, el BCE genera estadísticas macroeconómicas y garantiza la disponibilidad de billetes y monedas en el país.
El 4 de febrero de 1976, el Banco Central adoptó como logotipo al Sol de Oro de la cultura La Tolita, de la región costera norte del Ecuador. El Sol de Oro es una máscara con tocado que representa una mezcla entre una estrella y un animal. Tiene 48 rayos en forma de serpientes.
En las primeras tres décadas del siglo XX, el sistema económico y financiero ecuatoriano se caracterizó por constantes problemas macroeconómicos, financieros y monetarios, como la falta de control de la emisión monetaria y de las actividades bancarias privadas.
La situación se agravó aún más por el contexto internacional de la Primera Guerra Mundial y los problemas inflacionarios y deflacionarios que condujeron a la Gran Depresión de 1929.
Además, en los primeros cinco años de la década de 1920, la demanda internacional de cacao , el principal producto de exportación de Ecuador en ese momento, disminuyó significativamente. Esto estuvo acompañado por problemas de plagas en el cultivo , lo que llevó a una crisis económica e inestabilidad política.
La crisis económica y política condujo a la revuelta de jóvenes oficiales del ejército el 9 de julio de 1925, conocida como la Revolución de Julio , que se produjo en medio de un creciente descontento social.
Luis Napoleón Dillon, Ministro de Finanzas de la época y una de las principales figuras de la revolución, es considerado el primero en impulsar la creación de un banco central ecuatoriano. Su objetivo era establecer una institución u organismo para emitir moneda , realizar transferencias financieras, depositar y descontar para el Estado.
La propuesta de Dillon no prosperó, aunque el 9 de octubre de 1925 se aprobó la “Ley del Banco Central del Ecuador”. El 10 de enero del año siguiente renunció la primera junta directiva del banco, entre ellos Dillon.
A pesar de ello, la idea maduró a través del liderazgo del presidente Isidro Ayora , uno de los principales impulsores de la Revolución de Julio. Bajo su administración, el 26 de junio de 1926 se creó la Caja Central de Emisión y Amortización , entidad encargada de reconocer oficialmente el número total de medios de pago y autorizar provisionalmente la circulación de billetes . El 18 de octubre de ese año, Ayora ordenó a los bancos autorizados a emitir moneda entregar a la Caja Central ciertas cantidades de oro y plata, que en total representaban 10.600.000 sucres. Debido a la crítica situación de la economía, la junta provisional del banco invitó a Edwin Kemmerer , investigador, economista y profesor de finanzas de la Universidad de Princeton , para que asesorara en la adopción de un amplio conjunto de medidas económicas modernizadoras, entre ellas la creación de un banco central.
El 11 de febrero de 1927, una comisión encabezada por Kemmerer presentó a la consideración del gobierno la Ley Orgánica del Banco Central, y recomendó que se le otorgara a la institución una autorización de 50 años para emitir dinero, aplicar redescuento a tasa fija , convertirse en depositario del gobierno y los bancos asociados, administrar el mercado cambiario y actuar como agente fiscal del gobierno .
La creación del banco central fue una respuesta a la necesidad de reformas para fortalecer y organizar el sistema financiero y monetario del país, considerando las dificultades de la época como la emisión de moneda sin respaldo, el aumento de precios, la especulación y los desequilibrios crediticios y de pagos.
El proyecto de ley fue aprobado por Ayora el 4 de marzo de 1927 y publicado en el Registro Oficial N° 283 del 12 de marzo. La preparación del nuevo funcionamiento del banco central estuvo a cargo de una Comisión Organizadora designada por Ayora. El 3 de junio se aprobaron los estatutos, luego de superar varias dificultades operativas entre la Caja Central y la nueva institución. El 4 de junio se conformó la primera junta directiva, encabezada por Neptalí Bonifaz como presidente.
Finalmente, el 10 de agosto de 1927, el banco central abrió sus puertas en el edificio de la Compañía de Crédito Agrícola e Industrial, en la esquina de las calles García Moreno y Bolívar, en el Centro Histórico de Quito . El 25 de agosto se inauguró la sucursal principal del BCE en la ciudad de Guayaquil. Posteriormente, el 23 de noviembre, el banco se trasladó a un nuevo edificio adquirido al Banco Pichincha , ubicado en la intersección de las calles García Moreno y Sucre, donde permaneció hasta 1968. Actualmente, este edificio es el Museo Numismático del Banco Central del Ecuador El 7 de junio de 1928, el banco inició operaciones en Cuenca .
Desde 1968, la sede del banco en Quito está ubicada en la esquina de la Avenida 10 de Agosto y Briceño. En Guayaquil , está ubicado en el Edificio Ex Suizo, y en Cuenca, en Calle Larga y Huayna Cápac.
La estabilización y unificación de la moneda fueron los objetivos iniciales del banco. Para lograrlos, el banco estableció un patrón oro que fijaba el precio del sucre en términos de oro. El banco estaba obligado a mantener el precio fijo en 0,300933 gramos de oro fino por sucre, equivalente a la quinta parte del valor del oro del dólar estadounidense en ese momento. Esta convertibilidad coincidió con la crisis económica mundial y la Gran Depresión.
A partir de entonces se retomó la tradicional política de gasto deficitario y de crédito al gobierno nacional desde la banca, como se hizo entre 1915 y 1925.
La inestabilidad de precios impulsada por el gasto fiscal y la política monetaria expansiva llevó a otro consultor, el político y figura de la política monetaria mexicana Manuel Gómez Morín , a reformar la Ley del Banco Central y las regulaciones monetarias relacionadas. El 30 de diciembre de 1937, entró en vigencia una nueva Ley Orgánica del Banco Central del Ecuador y el máximo órgano de gobierno del banco pasó a ser el directorio.
En opinión de Gómez Morín, la autoridad monetaria debería canalizar el crédito hacia los sectores económicos considerados críticos para el desarrollo . Junto al banquero guayaquileño Víctor Emilio Estrada, aconsejó asignar al banco central un papel central en la determinación de los tipos de préstamos que ofrecen los bancos privados a los sectores productivos modificando la tasa de descuento . Sin embargo, hubo numerosas dificultades para implementar las recomendaciones dadas por la Comisión Gómez Morín.
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial , un nuevo repunte de la inflación, unido a graves problemas de balanza de pagos, hicieron necesario nuevamente recurrir a expertos extranjeros. El entonces gerente del Banco Central del Ecuador, Guillermo Pérez Chiriboga, llamó a Robert Triffin , experto del Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos. El consultor de la Universidad de Harvard propuso sustituir la Ley Orgánica del Banco Central por la Ley de Régimen Monetario y la Ley de Cambios Internacionales, que entraron en vigor el 12 de marzo de 1948.
Con la nueva ley, el máximo órgano de gobierno del banco pasó a ser la Junta Monetaria, en la que también participaba el Gobierno, como muestra de su corresponsabilidad en el diseño de la política monetaria. La Junta tenía también la facultad de devaluar la moneda y ejecutar políticas contracíclicas. Además, se autorizó al Banco Central a otorgar préstamos al Estado y al sector productivo, así como a promover un sistema contable que le permitiera asumir las nuevas funciones. El objetivo último de la entidad era lograr la estabilidad de precios y la preservación de una situación financiera solvente.
Durante más de tres décadas, este régimen monetario enfrentó con éxito múltiples shocks. Sin embargo, la severidad de la crisis de la deuda externa latinoamericana de los años 1980 y 1990 llevó al país a reorganizar sus finanzas públicas. El 7 de mayo de 1992 se aprobó la Ley de Régimen Monetario y Bancos del Estado, que habilitaba al BCE a intervenir en el sistema financiero mediante operaciones de mercado abierto. Además, la Junta Monetaria fue reemplazada por un Directorio del BCE encabezado por un presidente asignado, diferenciando el camino entre la influencia gubernamental y la autonomía del BCE.
Posteriormente, en la Constitución de 1998 se consagró la autonomía técnica del BCE, lo que le dio un papel protagónico en el manejo de la crisis bancaria de 1999, que terminó con el sucre como moneda nacional y la implementación de la dolarización, lo que generó cambios en las principales funciones del BCE una vez que dejó de emitir el sucre.
Una década después, en la Constitución de 2008, se eliminó la autonomía del BCE, convirtiéndolo en una institución dependiente del gobierno central. Durante este período, el banco otorgó préstamos al Ejecutivo.
El BCE recuperó su autonomía técnica el 22 de abril de 2021, con la aprobación de la Ley Orgánica Reformatoria al Código Orgánico Monetario y Financiero para la Defensa de la Dolarización, reformas que fueron aprobadas por la Asamblea Nacional el 22 de abril de 2021, y publicadas en el Suplemento del Registro Oficial No. 443 del 3 de mayo de ese año.
Entre las primeras acciones que tomó la institución bajo el nuevo marco legal se encuentra el acuerdo alcanzado entre el BCE y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), suscrito el 30 de junio de 2021, mediante el cual el BCE devolvería al MEF las acciones que poseía en los bancos públicos (Corporación Financiera Nacional (CFN), BanEcuador y Corporación Nacional de Finanzas Populares (Conafips)). Dichas acciones fueron recibidas el 18 de mayo de 2017, como dación en pago de los recursos entregados en su momento al Gobierno de turno. El MEF se ha comprometido a entregar al BCE US$2.378 millones hasta el año 2035.
Según lo establece el Código Orgánico Monetario y Financiero vigente, el máximo órgano de gobierno del BCE es la Junta de Política y Regulación Monetaria, que es responsable de formular la política monetaria y observar su ejecución por parte del BCE, a fin de preservar la integridad y sostenibilidad del sistema monetario de dolarización y del sistema financiero ecuatoriano.
Los integrantes de este nuevo órgano fueron elegidos y juramentados por la Asamblea Nacional el 12 de octubre de 2021. Los actuales miembros de la Junta de Política y Regulación Monetaria son: Tatiana Rodríguez Cerón, Paulina Garzón Alvear y Wilson Pérez Oviedo.
Una vez que Ecuador adoptó el sistema de dolarización el 9 de enero de 2000, lo que implicó que dejara de emitir moneda nacional, las funciones del BCE fueron modificadas mediante el Estatuto Orgánico emitido mediante Decreto Ejecutivo No. 1589 del 13 de junio de 2001.
Luego de las últimas modificaciones introducidas por la Ley Orgánica Reformatoria al Código Orgánico Monetario y Financiero de mayo de 2021, y las reformas al Estatuto Orgánico de Gestión Organizativa por Procesos del BCE emitidas por la ex Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera el 8 de septiembre de 2021, la misión y visión del BCE son:
Misión: Garantizar la estabilidad monetaria, la dolarización, la provisión de medios de pago seguros y eficientes y la generación de estudios y estadísticas macroeconómicas para contribuir al bienestar de la sociedad y a la estabilidad económica y financiera del país.
Visión: Ser una institución de alta capacidad técnica, referente en transformación digital y reconocida por su integridad, transparencia y vocación de servicio.
Las principales funciones asignadas al BCE en el artículo 36 del Código Orgánico Monetario y Financiero reformado en 2021 mediante la Ley Orgánica Reformatoria al Código Orgánico Monetario y Financiero para la Defensa de la Dolarización son:
Uno de los principales objetivos del BCE es combatir la corrupción promoviendo la transparencia en la gestión institucional. Por ello, en noviembre de 2020, el BCE obtuvo la certificación ISO 37001 para la implementación de un sistema de gestión antisoborno (SGAS), con el propósito de prohibir, prevenir, detectar y sancionar los actos de soborno . [33]
La ABMS opera a través de tres departamentos del BCE:
La certificación ISO 37001 fortalece la cultura organizacional y permite una gestión basada en procesos para la mejora continua, elaboración de procedimientos, planes de mitigación y contingencia . Este sistema toma en consideración los riesgos que enfrenta el BCE debido a su tamaño y complejidad. El banco renovó su certificación ISO en 2022.
El máximo órgano de gobierno del BCE es la Junta de Política y Regulación Monetaria.
El BCE cuenta con una Gerencia General, una Subgerencia General, una Subgerencia de Programación y Regulación, una Subgerencia de Operaciones y una Subgerencia de Servicios. Cada subgerencia está compuesta por varias direcciones.
Adicionalmente, existen cuatro instancias de coordinación general: Planeación y Gestión Estratégica, Jurídica, Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, y Administración Financiera. Cada instancia de coordinación cuenta con diferentes direcciones para cumplir con sus funciones.
Finalmente, existen dos direcciones zonales, en las ciudades de Guayaquil y Cuenca, y también una oficina en la ciudad de Machala para la compra de oro no monetario proveniente de la pequeña minería.
Las reservas internacionales son los recursos económicos con los que cuenta el país para respaldar los pagos al exterior que debe realizar el Estado, las empresas o los particulares a través de las instituciones financieras. Estas reservas son administradas por el BCE de acuerdo con la política de inversiones aprobada por la Junta de Política y Regulación Monetaria, y bajo los principios de seguridad, liquidez , diversificación y rentabilidad.
Las reservas internacionales están compuestas principalmente por las exportaciones petroleras y no petroleras, los depósitos de monedas y billetes que realizan los bancos en las bóvedas del BCE y los desembolsos que recibe el país de organismos multilaterales.
Las reservas internacionales de divisas del Ecuador alcanzaron su máximo histórico en marzo de 2022, cuando se ubicaron en US$9.226,3 millones. Este nivel de reservas internacionales le ha permitido al BCE cubrir por primera vez todos sus depósitos públicos y privados con activos líquidos .