[1] Entre 1898 y 1899, colaboró en la revista Życie, que difundía en Polonia las nuevas tendencias en el arte.En él se aprecia la visión del 'arte total' que muchos artistas habían propiciado, por efecto parcial de Richard Wagner, cuya música conoció en Múnich.De este gran brote artístico saldría luego, entre otros, subvirtiendo el importante movimiento artístico polaco, una figura como Stanisław Ignacy Witkiewicz, escritor y pintor importante en el siglo XX, y no sólo en su país.Además, empezó durante su estancia en París ciertos ensayos teatrales, que no prosperaron en un primer momento.[4] Es un texto laberíntico, intrincado, lleno de chispazos geniales, es un libro poemático, biográfico, escenográfico.Ha influido hasta en un crítico teatral polaco de primera categoría como Jan Kott, por sus múltiples sugerencias, impresionistas a veces, sus apuntes sobre la dramaturgia shakesperiana.Y por su compromiso con el presente; pues, como dice Kott: "Wyspiański, a quien Gordon Craig consideraba el artista de teatro más universal, ordenó al Hamlet polaco a pasear por las galerías renacentistas del castillo real de Cracovia.[5] Pero Wyspiański era, al mismo tiempo, un no romántico, un irónico, alguien distanciado de todo mesianismo.