Serguéi Witte

Tuvo éxitos en la administración del zar Alejandro III que lo dejaron con buen pie ante Nicolás II, quien lo mandó a llamar para negociar la mediación ofrecida por Estados Unidos.

[4]​ Ante un Japón victorioso en la batalla de Tsushima (1905), Witte obtuvo aparentemente buenos resultados para la vencida Rusia.

Al escapársele de las manos la situación política, fue destituido por Nicolás II tras la instauración de la primera Duma, que dejaba al régimen autocrático del zar en una posición muy desventajosa.

Nicolás II se refirió a Witte en duros términos tras ser despedido diciendo: «No encargaría nunca más ningún tipo de trabajo a este hombre».

Sin embargo, Nicolás II volvería a verlo, pero solo dos veces y en calidad de visitante.