Muhammad Naguib

Sin embargo, empleó ese tiempo para pulir sus aptitudes lingüísticas, aprendiendo inglés, francés, italiano y alemán.

En aquel tiempo, Naguib escogió a Napoleón como su modelo, decidiendo incluso dormir en el suelo en lugar de en una cama para imitar al gran general francés.

Tras la muerte de su padre en 1916, la familia se mudó a El Cairo, mientras Naguib y Ali terminaban sus estudios en Sudán.

Naguib trabajó como guardián en El Cairo, pero en 1924 fue desplazado a causa de su asociación política, estimada inaceptable por las autoridades.

Sin embargo, a pesar de las relaciones generalmente favorables entre Naguib y el rey Faruq, aquel rechazó besar la mano del monarca.

En protesta por las concesiones de Faruq hacia los primeros, permitiéndoles escoger al primer ministro, Naguib presentó su renuncia, diciendo que "desde que el ejército no está llamado a defender a Su Majestad, estoy avergonzado de vestir este uniforme y pido su permiso para renunciar".

Mientras tanto, Naguib continuó escalando la jerarquía militar, sirviendo en Palestina durante la guerra árabe-israelí de 1948.

La meta de Nasser era quitarle el poder en Egipto al rey Faruq I, dominado por los británicos, pero estaba preocupado porque él y sus seguidores pudieran no ser tomados seriamente; con esto en la mente, reclutó al general Naguib para servir como una útil figura decorativa.

A pesar de su desaprobación hacia sus compañeros jefes militares, Naguib permaneció en el ejército, en orden a que los Oficiales Libres no perdieran su oficial de más alto rango y miembro más influyente, aunque muchos hoy alegan que su posición en la cima era simplemente la de un líder nominal del movimiento revolucionario, para dar credibilidad al grupo.

Naguib era un nombre familiar en esa época, a diferencia del de otros Oficiales Libres, que eran demasiado jóvenes y con demasiado poco rango militar como para haber adquirido renombre por sí mismos.

El 24 de julio, Naguib se reunió con el ex primer ministro Ali Maher para pedirle que formara un gobierno y comunicara las demandas de los revolucionarios al rey, que en aquel momento estaba en Alejandría.

Así, el 26 de julio, Naguib llegó a despedirse del depuesto monarca, llegando tarde y alcanzando a Faruq en bote, pocos minutos después de que éste hubiera zarpado.

Tras un incómodo silencio en la cubierta del yate real El-Mahrousa, Naguib recordó a Faruq que hasta el acuerdo de 1942 con los británicos el ejército había sido leal a la monarquía, pero que las cosas habían cambiado desde entonces.

El ejército, pensaba, puede interferir para cambiar un régimen corrupto, pero luego de ello debería retirarse.

Además, aunque en los papeles Naguib aparecía como ejerciendo mucho poder, siendo simultáneamente presidente y primer ministro, su autoridad se veía reducida por el hecho de que necesitaba un voto mayoritario del consejo para cada decisión a tomar, y su opinión era a menudo ignorada.

Murió en 1984 y tuvo un funeral militar al que asistió el presidente Hosni Mubarak.

Ese mismo año, se publicaron sus memorias bajo el título "Yo fui presidente de Egipto", siendo reimpresas varias veces.

Naguib hacia 1915.
Naguib durante la revolución, el 23 de julio.
Naguib junto a Nasser en julio de 1954, durante las celebraciones del segundo aniversario de la Revolución.
Última declaración escrita de Naguib antes de su derrocamiento y detención.
Naguib poco antes de su muerte.