Lepidodendron

Esta planta, que probablemente se desarrollaba en zonas pantanosas o incluso dentro del agua, fue una de las de mayores dimensiones de su tiempo y formaba extensos bosques a juzgar por el amplio registro paleontológico que se conserva, especialmente durante el periodo Carbonífero.

Morfológicamente sus representantes estaban formados por un gran tronco principal con una amplia copa en su ápice formada por ramificaciones dicótomas, micrófilos y estróbilos y un extenso sistema radicular en su base.

Esta planta posee un eje principal erecto o fuste que ramifica a partir de cierta altura según la especie.

La base del tronco también dicotomizaba varias veces para formar un sistema radicular horizontal portados de estructuras similares a hojas.

La mayor parte del cilindro vascular está formada por un grueso córtex, con células fibrosas y anastomosadas, en su zona exterior.

[1]​ En el extremo de las ramificaciones más jóvenes y delgadas Lepidodendron produce los esporofilos, las estructuras portadoras de los órganos reproductores, y que por sus dimensiones hacen que las ramas queden péndulas.

Cicatrices foliares del tronco de Lepidodendron .
Impresiones de las hojas de Lepidodendron .
Raíz de Lepidodendron mostrando las cicatrices.