Jules Rimet

Rimet contribuyó notoriamente a la popularización del fútbol, al vincular los medios de comunicación con la FIFA y los torneos que esta y sus organizaciones continentales realizaban, práctica que definiría la naturaleza actual de dicha entidad.

[2]​ Educado en sus comienzos de manera rígida, estudió la carrera de abogado en París y, aunque le gustaba el fútbol, no lo practicó, por lo que se dedicó más bien a ayudar a los deportistas.

Nueve años más tarde, dicho comité se transformó en la Federación Francesa de Fútbol (FFF), que Rimet dirigió desde 1919 a 1942.

En tal sentido Rimet trabajó arduamente para sostener la asociación internacional y promover la práctica del fútbol así como los partidos entre selecciones nacionales.

Por ese motivo, el artesano francés llamó a la copa como la Diosa de la victoria.

Tras el paréntesis forzado por la Segunda Guerra Mundial, Rimet luchó para que los países participantes en la contienda reanudaran sus competiciones futbolísticas, convencido de que las diferencias políticas entre naciones no deberían extenderse al deporte, reclamando que las selecciones de Italia y Alemania volvieran a los torneos internacionales, lo cual le valió el rechazo de otros países.

[7]​ Al año siguiente fue nominado para el Premio Nobel de la Paz pero no prosperó su candidatura.

Jules Rimet en 1920.