En el fútbol asociado, hay un árbitro principal —también llamado juez, colegiado, silbante o referí, entre otros—, encargado de aplicar las reglas del fútbol en un partido, dar constancia de lo sucedido en el mismo y cronometrar la duración del encuentro.
Sus facultades comienzan en el momento de entrar en el recinto deportivo y no terminan hasta que lo abandona, conservándolas, por tanto, durante los descansos, interrupciones y suspensiones, aunque el balón no se halle en el campo, siempre tendrá sus facultares arbitrarias.
Generalmente, aunque no sea mandatario, los encuentros se desarrollan con al menos dos árbitros asistentes que se ubican en cada banda, conforme lo establece la regla seis, «Los otros miembros del equipo arbitral».
En la jerga futbolística se los conoce comúnmente como «jueces de línea» o simplemente «asistentes».
[5] Casi 50 años más tarde, en la temporada 2019-20, la IFAB instrumentó que las amonestaciones y expulsiones también se pueden mostrar a los oficiales de un equipo.