La primera tenía un mayor énfasis hacia el ritualismo, las prácticas anteriores a la reforma como las procesiones y la veneración de santos, y una mayor afinidad con el catolicismo mientras que en la segunda se prefería prescindir de los elementos litúrgicos considerados "papistas" en sus servicios, dando mayor importancia a la predicación en los mismos, siendo su referencia los protestantes continentales, sobre todo los calvinistas.
El término amplio surgió para denominar aquellos anglicanos que aceptaban ambas tendencias en conformidad con la autoridad eclesiástica.
Las parroquias asociadas a esta corriente contienen elementos tanto de la iglesia alta como baja, reflejando las preferencias litúrgicas y doctrinales, a menudo eclécticas, de los clérigos y laicos.
Históricamente, lo "amplio" tendía a ser utilizado para describir una liturgia a medio camino entre las dos corrientes pero teológicamente inclinado hacia el protestantismo liberal, mientras que lo "centralista", describía aquellos sacerdotes o parroquias teológicamente conservadores pero sin una tendencia litúrgica clara.
UU. el término "iglesia amplia" tiene una connotación ligeramente diferente, ya que se refiere a la práctica ceremonial cuya iglesia no es ni alta ni baja.