La película está ambientada en una distopía subterránea, y comparte temas con las novelas La máquina se detiene (E. M. Forster), Un mundo feliz (Aldous Huxley) y 1984 (George Orwell).
El mismo estado se convierte a sí mismo en una religión, personificada por Om, que actúa de confesor y sirve de utilidad para controlar mejor a la población.
Mantienen relaciones sexuales prohibidas y son condenados por separado.
Ante la imposibilidad de encontrarla, THX roba un vehículo y se dispone a escapar al mundo exterior.
Tras una larga persecución, consigue atravesar la última barrera y contemplar por primera vez el atardecer.