François Fillon

Fillon trabajó como periodista, y durante tres años hizo cursos de aprendizaje en la AFP (Agence France-Presse).Su carrera política comenzó cuando el entonces diputado por Sarthe Joël Le Theule lo contrató como su ayudante parlamentario en 1976.En medio de esos trabajos como funcionario público, en 1979, Fillon realizó su servicio militar obligatorio.Fillon había sido elegido como candidato del partido político Agrupación por la República; el partido que en esa época representaba a la centro-derecha gaullista y en el que militaba desde 1977.En 1986, 1988, 1993, 1997, 2002, 2007 y 2012, Fillon fue reelegido diputado (la última vez por la segunda circunscripción de París).Se creó el cargo de ministro de Industria, Correos y Telecomunicaciones para el que fue nombrado Franck Borotra; y Fillon se convirtió en ministro delegado para los Correos, las Telecomunicaciones y el Espacio, estando subordinado al ministro principal Borotra.[8]​ Pero Fillon se negó a aceptar su derrota e impugnó los resultados alegando las numerosas irregularidades que rodearon al proceso; pero una comisión interna del partido habilitada para resolver recursos contra los resultados no solo confirmó la victoria de Copé sino que amplió el margen de votos a favor de este a 952 al anular los sufragios de dos federaciones regionales favorables a Fillon.Pero ya Fillon había anunciado que no acataría el dictamen de ese órgano interno partidista porque no lo consideraba neutral sino controlado por Copé y amenazó con acudir a la justicia.De esta manera ratificaba su aspiración presidencial que venía anunciando desde el año 2013.[23]​ Por su trayectoria política y su discurso, a Fillon se le considera un "euroescéptico realista" y un "anti-multiculturalista activo", opositor a un europeismo que él considera que amenaza a los intereses nacionales franceses;[24]​ también se le califica de "liberal" o incluso "ultraliberal", por ser un firme partidario del liberalismo económico, que se refleja en las propuestas de su programa electoral en materia económica, como una reducción del gasto público de 100.000 millones de euros, y además un defensor de los valores tradicionales o conservador social, por propuestas como reservar la adopción plena y la procreación asistida para las parejas heterosexuales (excluyendo a las parejas del mismo sexo).