La línea de tren entre Metz y Forbach se inaugura en 1851 y al año siguiente se inaugura la de Sarrebruck.
A partir de mediados del siglo XIX tres familias influyentes dominan la vida política, económica y social.
Estas familias son los De Wendel, los Couturier y los Adt.
Durante la mayor parte del siglo XX la región constituyó uno importante polo de la explotación minera en el continente.
Sin embargo las huellas de la guerra sumadas a la mala gestión dejaron la región rezagada en cuanto a su desarrollo económico, por lo que Forbach recibe subvenciones del gobierno central y la Unión Europea.