Gianni Bugno ( italiano: [ˈdʒanni ˈbuɲɲo] ; nacido el 14 de febrero de 1964) es un ciclista de carreras profesional italiano retirado .
Bugno fue un ciclista polivalente, capaz de desenvolverse bien en distintos tipos de carreras. Ganó numerosas etapas en el Tour de Francia y la clásica Milán-San Remo en 1990. En 1991 ganó la Clásica de San Sebastián y en 1994 ganó el Tour de Flandes .
El mayor éxito de Bugno fue la doble victoria en el Campeonato Mundial . En 1991 venció al holandés Steven Rooks y al español Miguel Indurain , y en 1992 acabó por delante del francés Laurent Jalabert y del ruso Dmitri Konyshev .
Sin embargo, el rendimiento de Bugno en los Grandes Tours se vio eclipsado por Miguel Indurain . La victoria de Bugno en el Giro de Italia en 1990 se considera una de las actuaciones más dominantes en esa carrera: lideró de principio a fin. Si bien ganó el Giro en 1990, terminó segundo detrás de Indurain en el Tour de Francia en 1991 y tercero detrás de Indurain y Claudio Chiappucci en 1992. En una batalla en el Tour de 1992, Indurain mantuvo la calma a pesar del ataque de Chiappucci en los Alpes ; Bugno tuvo que perseguirlo y se quebró en las partes finales de la etapa. Indurain fue citado diciendo que Bugno era su mayor amenaza en el Tour.
Bugno se retiró tras la temporada de carretera de 1998 y ahora es piloto de helicópteros de rescate . Pilotó un helicóptero con cámara para el Giro de Lombardía, el 20 de octubre de 2007, y durante todo el Giro de Italia de 2008. Se presentó como candidato a un escaño en el Consejo Regional de Lombardía en las elecciones regionales de Lombardía de 2010 por la coalición de partidos políticos de centroizquierda, pero no fue elegido.
Ha seguido vinculado al Giro de Italia siendo uno de los pilotos de helicópteros de televisión de la emisora nacional italiana, RAI.
Expresidente de la CPA (Asociación de Ciclistas Profesionales), en noviembre de 2012, a raíz del escándalo de dopaje de Lance Armstrong , exigió la creación de un organismo antidopaje independiente y afirmó que no se podía confiar en la UCI para hacer cumplir las normas. [2]