Egon Krenz

Después de la reunificación alemana en 1990, se hicieron pesquisas sobre las personas asesinadas al intentar cruzar la frontera interalemana.

[2]​ Krenz visitó la Alemania Occidental por primera vez en junio de 1989, cuando fue invitado por Oskar Lafontaine, el ministro-presidente socialdemócrata del Sarre.

[8]​ Durante su discurso de investidura prometió realizar reformas democráticas y económicas, pero pocos le creyeron.

Se suponía que las oficinas estatales aprobarían las solicitudes "rápidamente" pero, en realidad, se necesitaban hasta 30 días para procesar las solicitudes para viajes ordinarios al extranjero y hasta seis meses para la emigración.

El borrador enfureció a los ciudadanos comunes y fue denunciado como "basura" por el alcalde de Berlín Occidental, Walter Momper.

Los checoslovacos enfurecidos dieron a sus homólogos de Alemania Oriental un ultimátum: a menos que el asunto se resolviera de inmediato, Praga tendría que considerar seriamente sellar la frontera entre Alemania Oriental y Checoslovaquia.

Inicialmente, el Politburó planeó crear un paso fronterizo especial cerca de Schirnding, específicamente para esta emigración.

[12]​ Sin embargo, los burócratas del Interior y de la Stasi encargados de redactar el nuevo texto concluyeron que esto no era factible y elaboraron un nuevo texto relacionado tanto con la emigración como con los viajes temporales.

Estipulaba que los ciudadanos de Alemania Oriental podían solicitar permiso para viajar al extranjero sin tener que cumplir con los requisitos previos para esos viajes, y también permitía la emigración permanente entre todos los cruces fronterizos, incluidos aquellos entre Berlín Oriental y Occidental.

Así, en la rueda de prensa diaria, cuando un periodista preguntó cuándo entrarían en vigor las normas, Schabowski supuso que ya estaban en vigor y respondió: "Hasta donde yo sé, inmediatamente y sin demora".

Finalmente, los guardias fronterizos, que no estaban preparados y eran superados en número, por su propia autoridad, dejaron pasar a la multitud hacia Berlín Occidental.

La caída del Muro de Berlín destruyó políticamente a Krenz y al SED.

En particular, se eliminó el Artículo Uno, que declaraba a Alemania Oriental como un estado socialista bajo el liderazgo del SED.

Le sucedió como jefe de Estado el líder del LDPD, Manfred Gerlach.

Más tarde, Krenz describiría su proceso judicial como la «justicia de los vencedores» y una «persecución política».

[9]​[10]​ Asimismo, en retrospectiva, Krenz considera que «las tropas soviéticas siempre fueron amigos», independientemente de si ocupan su país o no y, además, enfatiza en que los soviéticos ayudaron tanto en la construcción como en la destrucción de la República Democrática Alemana.

Krenz en 2007