A diferencia de otros canales privados, ITV estaba dividida en regiones y cada zona era administrada por empresas concesionarias que colaboraban entre sí.
[7] Carlton ya había confirmado que no se iba a quedar ningún activo de Thames y en su lugar externalizaría todos los servicios.
[4] La ficción se encargaba a productoras independientes como Watchmaker, Talkback, Tiger Aspect y Hatrick.
[8] Para los informativos locales estableció una productora externa, London News Network, participada al 50% con LWT.
[9] E incluso la sede desde la que operaba, The London Studios, había sido alquilada a LWT.
El nuevo canal tuvo unos comienzos difíciles, marcados por las críticas y la inevitable comparación con Thames.
[7] Sin embargo, en 1998 se descubrió que la información era falsa, llegando incluso a usar actores para hacerlos pasar por narcotraficantes.
Aunque Carlton y Granada llevaban negociando la fusión desde 2002,[13] no pudo ser aprobada por la Ofcom hasta 2004.
[14] La compañía resultante, ITV plc, era en realidad una fusión por absorción donde Granada obtenía dos tercios de las acciones.