El buque fue transferido a la Armada del Imperio otomano en agosto de 1914, como incentivo para que los otomanos se unieran a las potencias centrales en la Primera Guerra Mundial.
La persecución del Goeben y del Breslau por la Flota británica del Mediterráneo duró hasta el 10 de agosto, cuando los dos buques cruzaron a través de los Dardanelos con rumbo a Constantinopla, donde fueron oficialmente transferidos a la Armada otomana.
El resto de la contienda, el Breslau operó conjuntamente con el Goeben en el mar Negro.
El Goeben, aunque resultó dañado, embarrancó y pudo escapar tras ser liberado por el Turgut Reis.
El que años después llegaría a ser gran almirante Karl Dönitz sirvió en este buque como Alférez.