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La modelo Gloria Wandrous (Elizabeth Taylor), quien también se dedica a la prostitución de lujo, aparece una mañana en casa del millonario señor Liggett (Laurence Harvey) con un sobre que contiene $250.

Pero la misma Taylor hacía que el trabajo se volviera más difícil con sus exigencias de diva.

Taylor tachó al film de mal gusto y declaró que su personaje era estúpido e inmoral.

No obstante las dificultades, el film le proporcionó su primer Óscar como protagonista después de haber sido nominada cuatro veces consecutivas.

Así y todo, Taylor declaró que el premio se le había otorgado por compasión ya que había estado enferma de pulmonía durante el año anterior luego de rodar Una Mujer marcada.