Antonio de Lebrija (conquistador)

La exploración había sido provechosa y rentable, puesto que regresaron con buena cantidad de oro, conseguida entre los indígenas donada de buen grado o arrancada por la fuerza.

Por otro lado, Lebrija también figuró en la incursión que hiciera Hernán Pérez de Quesada para buscar la expedición, dirigida por Sebastián de Belalcázar que, buscando nuevos objetivos, habían penetrado desde los territorios ecuatorianos.

Buscando las grandes riquezas que atesoraba aquel territorio, circunstancialmente en Bogotá se habían reunido los tres conquistadores que andaban por la comarca; además de que Gonzalo Jiménez de Quesada era el explorador oficial, por haberlo facultado la Corona, Nicolás Federman llegaba desde el territorio venezolano y Sebastián de Belalcázar desde Quito.

El encuentro de los tres en Bogotá suscitó enfrentamientos por la posesión del territorio, y para dilucidar la pertenencia de la comarca, los tres decidieron ir a España y exponer sus cuitas ante el rey.

Su padre consiguió convencerlo para que cambiase el primer testamento que había hecho, eliminando algunas mandas a parientes, lo cual suscitó un grave pleito entre frey Marcelo y sus hermanos; el resultado de dicho pleito fue que la fundación del convento de la Madre de Dios que el capitán había hecho en su villa natal, Brozas, no se llevó a término y la iglesia quedó inacabada.