Tras ser ascendido en 1851 y 1852, Tegetthoff recibió en 1854 su primer puesto de mando en el transporte naval Elizabeth, abogando desde entonces para que la marina imperial austriaca adoptase las máquinas a vapor para sus embarcaciones.
En 1855 fue enviado a patrullar la desembocadura del río Danubio durante la Guerra de Crimea, en la cual Austria se mantuvo neutral.
En ese conflicto Tegetthoff combatió con su pequeño escuadrón contra buques de guerra daneses, logrando que éstos abandonaran el bloqueo de los puertos prusianos en los ríos Elba y Weser.
Entendiendo las consecuencias de la guerra contra Italia, Tegetthoff solicitó al emperador Francisco José que se anexara inmediatamente bajo administración austriaca el territorio balcánico vecino a Dalmacia, así como se protegiera dicha zona para el posterior desarrollo de bases navales.
Poco después Tegetthoff viajó en 1866 a Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, desde donde partió a México en 1867 para recoger allí el cadáver del archiduque Maximiliano de Habsburgo, fusilado por orden del presidente Benito Juárez.