Batalla de Lissa (1866)

Participó asimismo uno de los primeros barcos en los que los cañones estaban montados en una torreta giratoria, el italiano Affondatore.

El conde Carlo di Persano lideró la flota italiana, mientras que la austriaca estaba al mando del contraalmirante Wilhelm von Tegetthoff.

La segunda y más poderosa contaba con el Navío de línea Kaiser liderando a cinco fragatas.

Persano canceló el desembarco y ordenó a la escuadra salir al mar formando una columna.

Sin embargo, la señal para decelerar y bajar los botes para transportar al almirante no llegaron a la primera división, la cual se adelantó dejando una brecha en la línea italiana.

Persano no llegó a informar del cambio de bandera, por lo que los italianos continuaron mirando al buque insignia, el Re d’Italia, esperando órdenes.

Mientras los austriacos se acercaban, la primera división italiana, al mando de Vacca, abrió fuego intenso sobre el oponente.

Como Persano estaba cambiando su bandera no pudo dar ninguna orden a todos sus barcos.

Su capitán, Von Moll, resultó muerto, pero su subordinado Karl Weyprecht consiguió devolver el barco a la línea de combate.

Los barcos veleros austriacos de la segunda división se enfrentaron a los modernos acorazados italianos con pesadas armas.

El capitán del Re di Portogallo de la tercera división italiana decidió perseguir al Kaiser Max, atacándolo con un potente fuego.

En ambos casos sólo logró impactar unos pocos disparos, pero estos causaron serios daños, especialmente en el Palestro, que empezó a arder.

Su tripulación se negó a abandonarle y trató de salvar el buque para continuar la lucha.

Según la leyenda, el capitán Faà di Bruno no murió en la lucha sino que se suicidó tras dar la orden.

Cuadro representativo del final de la batalla