En 1706, junto a su hermano Giovanni, que siempre actuó como ayudante suyo, se instaló en Roma.
Fue admitido (1718) en la Accademia di San Luca, de la que llegó a ser director en dos períodos (1729-1731 y 1739-1741).
En 1739 publicó sus Ammonimenti, un libro que mezclaba lecciones sobre técnica pictórica y enseñanzas morales.
Entre sus alumnos destacaron Pompeo Batoni, Andrea Casali, Placido Campoli, Corrado Giaquinto, Gaetano Lapis, Salvatore Monosilio, Literio Paladini, Francesco Preziao, Rosalba Maria Salvioni, Gasparo Serenari y Agostino Masucci.
Su estilo sustituye la emoción o la espiritualidad por la ejecución competente de unas fórmulas perfectamente aprendidas.