Banu Sulaym

[3]​ Los gobernantes fatimíes que habían controlado Ifriquía desde principios del siglo X trasladaron su centro político hacia el este, al valle del Nilo, en la década de 960, confiando a un grupo vasallo bereber, los ziríes, la administración de Ifriquía.

Sin embargo, al cabo de un siglo, los ziríes se habían independizado del control fatimí.

En represalia, pusieron en marcha un plan que castigó a sus antiguos subordinados y al mismo tiempo solucionaron un problema urgente para Egipto.

Las comunidades beduinas que con sus familias habían emigrado a través del Mar Rojo al Alto Egipto durante la primera expansión islámica fuera de la península arábiga estaban vandalizando la región, interrumpiendo con sus revueltas las actividades agrícolas que sustentaban la economía egipcia.

En 1153, estos grupos se unieron en un intento fallido de frustrar el avance hacia el este del imperio almohade.