Se han definido variantes antigénicas adicionales en varios de los serotipos atendiendo a la neutralización cruzada reducida o no recíproca entre diferentes cepas de una misma variante.
Atendiendo a su patogénesis en humanos y animales, los enterovirus fueron originalmente clasificados en cuatro grupos: Poliovirus, Coxsackie A, Coxsackie B y Echovirus, pero se observó rápidamente la existencia de solapamientos en las propiedades biológicas de los diferentes grupos.
Los Enterovirus aislados recientemente han sido nombrados con un sistema de números consecutivos: EV68, EV69, EV70, etc.[1] Los Enterovirus afectan a millones de personas en todo el mundo cada año, encontrándose frecuentemente en las secreciones respiratorias (saliva, esputo o moco nasal) y deposiciones de personas infectadas, así como en agua y comida contaminada.
[2] Los Poliovirus, así como coxsackie y echovirus se transmiten por la vía fecal-oral.
Las infecciones producen sintomatología muy diversa, pudiendo provocar desde una ligera afección respiratoria (resfriado común), enfermedad mano-pie-boca, fiebre aftosa humana, conjuntivitis hemorrágica aguda, meningitis aséptica, miocarditis, enfermedad similar a la sepsis neonatal severa, y parálisis flácida aguda.