Al-Mutawákkil

La mezquita contaba con 17 naves y sus muros estaban recubiertos de mosaicos en cristal azul oscuro.

La pasión constructora del califa se extendió también a una nueva ciudad, Al-Ya'fariyya, que Al-Mutáwakkil mandó construir junto al Tigris.

En esta ciudad, el imán quedó bajo virtual arresto domiciliario y todas sus acciones eran vigiladas, pero no se encontró ninguna excusa para actuar en su contra.

Tras la muerte de Al-Mutawákkil, su sucesor mando envenenar al imán, que sería enterrado en Samarra.

Su confianza en estas tropas se volvería contra él: murió asesinado por un soldado turco.