El HMS Colossus estuvo en aquella jornada bajo el mando del capitán James Nicoll Morris, formando parte de la columna a sotavento dirigida por el almirante Cuthbert Collingwood.
El propio capitán Morris recibió un disparo de mosquete procedente del Argonaute en la pierna.
El navío continuó combatiendo hasta el propio desenlace de la batalla, consiguiendo la rendición del español Bahama, liderado por Dionisio Alcalá Galiano, que falleció en cubierta tras recibir un proyectil de cañón de medio calibre.
Con 571 hombres a bordo, el balance de la batalla en el HMS Colossus se cobró 40 muertos y 160 heridos.
Allí permaneció hasta 1826, año en que se ordenó su desguace.