Erich von Stroheim

Durante la I Guerra Mundial encarnó a malvados oficiales prusianos, lo que lo convirtió en un renombrado actor.Así, von Stroheim se convirtió en el primer director despedido de la historia.Se convirtió en un gran éxito; fue además uno de sus pocos trabajos que no fue manipulado por productores.Fue contratado por la Paramount y realizó La marcha nupcial, 1926-1928, pero su larga duración hizo que los problemas se repitieran.A continuación, la actriz Gloria Swanson convenció a su amante, el banquero Joseph P. Kennedy, para que financiara La reina Kelly (1928), un proyecto del controvertido director con ella de protagonista, donde una vez más la acción transcurre en un inventado país centroeuropeo en medio de una decadente aristocracia.Durante la primera mitad de los años treinta volvió a trabajar como actor, guionista y asesor en irregulares filmes.En 1937, Jean Renoir le ofreció encarnar al comandante Rauffenstein en La gran ilusión, que fue uno de sus papeles más reconocidos.