Zurvan o Zervan (del avéstico zruvan, "tiempo"), en la mitología irania, es un dios primigenio (deidad primordial) del tiempo y el destino; que sería posteriormente la figura central de la religión zurvanita.
[2] Plutarco, en su De Iside et Osiride 46-47, recoge documentos del siglo IV a. C. con elementos doctrinales y rituales zoroástricos, con base en el zurvanismo, aunque sin mencionar a Zurvan, donde escribe que Oromazdes, nacido de la más pura luz y Aremanos, nacido de las tinieblas, ejercían alternativamente el poder cada 3000 años y se combaten durante otros 3000 años, por lo que el mundo sólo durará 9000 años, divididos en tres períodos de 3000.
Posteriormente, un sacerdote de la iglesia armenia, Ernik de Kolb transmitió el mito del dios, por el que cuando nada existía, Zurvan, cuatriforme (con cuatro apariencias), durante 1000 años estuvo ofreciendo sacrificios para poder tener un hijo, al que llamaría Ohrmazd y entonces crearía los cielos, la tierra y todo lo que en ella hay.
[3] Fue asociado inicialmente con tres deidades, Vaiu (viento), Tuastar (espacio) y Atar (fuego).
Se le suele representar como un ser alado y andrógino con cabeza de león que puede llevar en sus manos las llaves del tiempo y, a veces, con sus dos gemelos saliendo de sus hombros.