Su existencia está documentada desde el año 882, época en que Lérida (Medina Larida) estaba ocupada por los sarracenos.
Únicamente se conserva el sector meridional, el más cercano a La Seu Vella.
Muestra una fachada articulada por tres torres (originalmente cinco) con aspilleras y aperturas.
En la actualidad se conserva una quinta parte de lo que fue el castillo, básicamente ruinas, el pozo central y la galería meridional o sala noble, de una nave con ojivas góticas, que fueron desmontadas a comienzos del s. XX, habiendo actualmente un nuevo artesonado de madera.
Esta nave meridional o sala noble ha sido recientemente consolidada y rehabilitada, y en ella se instalará un centro de interpretación del "Turó de la Seu Vella" que se abrirá al público a mediados de 2010.